Lima, 13 de Marzo del 2008
- Comunidades Nativas se oponen a la "Ley de la Selva"
Pobladores de comunidades nativas y numerosos artistas folclóricos realizaron ayer un pasacalle en contra de la denominada "Ley de la Selva", que busca la venta de terrenos eriazos de la Amazonía.
Los manifestantes estuvieron acompañados por el congresista nacionalista Víctor Isla, quien indicó que el objetivo de la protesta es sensibilizar a la población sobre los peligros del proyecto de ley 840, propuesto por el Ejecutivo.
La protesta, convocada por Centro Cultural "El Averno", agrupó a algunas asociaciones de agricultores de las comunidades asháninkas, aguarunas y shipibas bajo la consigna: "La selva no se vende, la selva se defiende ".
"Solo se acuerdan de la Amazonía cuando quieren venderla" expresó Leyla Valencia, promotora del evento. Dijo que no están en contra de la inversión privada, sino de la privatización del territorio nacional.
Fuente: http://www.larepublica.com.pe/content/view/209203/483/
- Gobierno persiste en vender la selva
El parlamentario del partido Nacionalista Víctor Isla, de Loreto, afirmó ayer que el premier Jorge del Castillo “le ha mentido” a los presidentes regionales de la Amazonía peruana, porque el proyecto modificatorio de la Ley de la Selva, presentado ante la Comisión Agraria del Congreso no elimina la posibilidad de venta de las áreas deforestadas como les prometió en la reunión de Puerto Maldonado el fin de semana.
En el proyecto en cuestión se ha introducido el texto “concesión y/o venta”, mencionó el legislador, a la vez que se reafirmó en que todas las iniciativas legislativas relacionadas con la Ley de la Selva, (proyecto 840 y otros como los números 1770, 2133 y 1992) deben ser archivados definitivamente.
“En la selva no existen áreas deforestadas, lo que sucede es que los colonos y los nativos acostumbran rotar sus áreas de cultivos durante el año.
También tienen la costumbre de sembrar en los barrizales en las nacientes de los ríos, a los que el gobierno asimismo quiere privatizar”, sostuvo.
“Nadie está contra la inversión privada, pero lo que la selva quiere son socios estratégicos, no patrones. Queremos socios para realizar contratos civiles de asociación y participación, en igualdad de condiciones”, explicó.
Susana Grados
Fuente: http://diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=12324
jueves, 13 de marzo de 2008
miércoles, 12 de marzo de 2008
GRAN PASACALLE Y JORNADA DE SOLIDARIDAD CON LOS PUEBLOS AMAZÓNICOS
¡La selva no se vende!
¡La Patria se defiende!
¡No a la subasta de la Selva!
Diversas organizaciones sociales, así como representantes de comunidades nativas y pueblos indígenas, se concentrarán en la Plaza Dos de Mayo este miércoles 12 de marzo a las 10 de la mañana para llevar a cabo un gran pasacalle que se dará inicio a la Jornada de Solidaridad con los pueblos amazónicos, el mismo que finalizará en la Plaza Manco Capac del Distrito de La Victoria.
Estas acciones cívicas tienen por objetivo detener el proyecto de ley Nº 840, más conocido como "Ley de la Selva" que el Ejecutivo ha enviado al Congreso, que busca darle la posibilidad a las empresas transnacionales de saquear recursos como el gas –que incluso anuncian que será vendido a Chile-, petróleo, bosques, etc. en síntesis "subastar selva" a precio de regalo.
Diversos sectores de la sociedad ya manifestaron su oposición a esta iniciativa y están listos para detener esta propuesta del Ejecutivo en el Congreso.
La propuesta del Ejecutivo planea sustituir la concesión de zonas de la amazonía, aprobada durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo (Ley de Promoción de la Inversión Privada en la Reforestación y Agroforestería), por la venta, es decir la adjudicación en perpetuidad, sólo mediante compromiso de inversión y subasta pública, de tierras forestales sin cubierta boscosa y/o eriaza de dominio del Estado. Propone ampliar a 40 mil hectáreas la extensión de los terrenos a ser vendidos.
Hace tres meses, el presidente García lanzó la propuesta de poner en valor los recursos naturales no utilizados para superar lo que ha denominado la filosofía del "perro del hortelano". Planteó que debía ponerse en valor los 63 millones de hectáreas de la amazonía, haciéndose forestación maderera sobre 8 millones de hectáreas, así como la necesidad de su privatización como único solución para asegurar inversión y empleo.
Sin embargo, vale la pena recordar, que fue durante el actual segundo gobierno de Alan García que 50,000 hectáreas de bosques casi vírgenes del departamento de Loreto fueron calificados por INRENA como áreas degradadas, y entregadas a empresas limeñas para hacer "reforestación". Sin verificar si al interior de esas tierras vivían comunidades indígenas -como efectivamente sucedía-, o si esos bosques eran territorios tradicionales de dichas comunidades usados para su subsistencia.
Genocidio de poblaciones indígenas como en el gobierno de Fujimori
La "Ley de la Selva" pone en peligro la vida de 63 comunidades indígenas que ocuparon estos territorios desde hace 9,000 años, que poseen territorios, lenguas, forma de vida, conocimientos ancestrales y una manera propia de organizarse.
La gente de nuestra amazonía está orgullosa de ser parte del Perú. Orgullosos de Machu Picchu, del Lago Titicaca, del Cañón del Colca, de Chavín de Huántar, de las Líneas de Nazca, las Pampas de Ayacucho, de la riqueza que brinda la costa y la sierra peruanas. Sus hombres ofrendaron sus vidas durante la Guerra con Chile, y en la defensa de la ciudad de Lima; sin embargo ahora prefiere entregarse las riquezas peruanas al país que expolió nuestro territorio y asesinó a nuestros compatriotas durante dicho conflicto.
Los pueblos amazónicos no niegan el desarrollo ni la inversión, pero no puede ser solo concebido privatizando y vendiendo los bosques y los territorios de las comunidades nativas. Existen dentro de este sistema globalizado, alternativas comerciales que pueden desarrollarse sin que la Nación subaste sus territorios amazónicos.
El gobierno de García hace alarde del crecimiento económico y los "beneficios" de los acuerdos comerciales firmados, cuando no han traído beneficio alguno a las comunidades indígenas y campesinas ni a los pequeños agricultores. Mientras las leyes laborales en el Perú continúan siendo peores que en los países asiáticos, que provoca el éxodo masivo de las personas más capacitadas del país.
Selva peruana en peligro
La Amazonía peruana cuenta con un ámbito geográfico que alcanza una extensión equivalente al 60% del territorio nacional. El Perú es exponente de una vasta y maravillosa biodiversidad y concentra una de las mayores cantidades de germoplasma de especies domésticas de la flora y la fauna del mundo y constituye uno de los más importantes centros de especies silvestres.
El Perú es uno de los 12 países con mayor diversidad biológica en el mundo y alberga el 70 por ciento de la biodiversidad del planeta. Sin embargo, a lo largo de los años sus tierras y ríos son expoliados por la colonización salvaje y empresas extractivas sin escrúpulos.
En los últimos decenios, la selva peruana ha sido dañada por oleadas de frentes extractivos sin control, como el maderero, el aurífero, el petrolero y el gas que han contaminado ríos, deforestado bosques e invadido espacios indígenas, imponiéndose muchas veces por la violencia y exterminio indígena.
El Gobierno de Alan García no ha impedido estas invasiones sino alienta el expolio de la selva, de sus gentes y sus poblaciones indígenas ancestrales para paliar situaciones la crisis económica de las economías mundiales.
¡La Patria se defiende!
¡No a la subasta de la Selva!
Diversas organizaciones sociales, así como representantes de comunidades nativas y pueblos indígenas, se concentrarán en la Plaza Dos de Mayo este miércoles 12 de marzo a las 10 de la mañana para llevar a cabo un gran pasacalle que se dará inicio a la Jornada de Solidaridad con los pueblos amazónicos, el mismo que finalizará en la Plaza Manco Capac del Distrito de La Victoria.
Estas acciones cívicas tienen por objetivo detener el proyecto de ley Nº 840, más conocido como "Ley de la Selva" que el Ejecutivo ha enviado al Congreso, que busca darle la posibilidad a las empresas transnacionales de saquear recursos como el gas –que incluso anuncian que será vendido a Chile-, petróleo, bosques, etc. en síntesis "subastar selva" a precio de regalo.
Diversos sectores de la sociedad ya manifestaron su oposición a esta iniciativa y están listos para detener esta propuesta del Ejecutivo en el Congreso.
La propuesta del Ejecutivo planea sustituir la concesión de zonas de la amazonía, aprobada durante el gobierno del presidente Alejandro Toledo (Ley de Promoción de la Inversión Privada en la Reforestación y Agroforestería), por la venta, es decir la adjudicación en perpetuidad, sólo mediante compromiso de inversión y subasta pública, de tierras forestales sin cubierta boscosa y/o eriaza de dominio del Estado. Propone ampliar a 40 mil hectáreas la extensión de los terrenos a ser vendidos.
Hace tres meses, el presidente García lanzó la propuesta de poner en valor los recursos naturales no utilizados para superar lo que ha denominado la filosofía del "perro del hortelano". Planteó que debía ponerse en valor los 63 millones de hectáreas de la amazonía, haciéndose forestación maderera sobre 8 millones de hectáreas, así como la necesidad de su privatización como único solución para asegurar inversión y empleo.
Sin embargo, vale la pena recordar, que fue durante el actual segundo gobierno de Alan García que 50,000 hectáreas de bosques casi vírgenes del departamento de Loreto fueron calificados por INRENA como áreas degradadas, y entregadas a empresas limeñas para hacer "reforestación". Sin verificar si al interior de esas tierras vivían comunidades indígenas -como efectivamente sucedía-, o si esos bosques eran territorios tradicionales de dichas comunidades usados para su subsistencia.
Genocidio de poblaciones indígenas como en el gobierno de Fujimori
La "Ley de la Selva" pone en peligro la vida de 63 comunidades indígenas que ocuparon estos territorios desde hace 9,000 años, que poseen territorios, lenguas, forma de vida, conocimientos ancestrales y una manera propia de organizarse.
La gente de nuestra amazonía está orgullosa de ser parte del Perú. Orgullosos de Machu Picchu, del Lago Titicaca, del Cañón del Colca, de Chavín de Huántar, de las Líneas de Nazca, las Pampas de Ayacucho, de la riqueza que brinda la costa y la sierra peruanas. Sus hombres ofrendaron sus vidas durante la Guerra con Chile, y en la defensa de la ciudad de Lima; sin embargo ahora prefiere entregarse las riquezas peruanas al país que expolió nuestro territorio y asesinó a nuestros compatriotas durante dicho conflicto.
Los pueblos amazónicos no niegan el desarrollo ni la inversión, pero no puede ser solo concebido privatizando y vendiendo los bosques y los territorios de las comunidades nativas. Existen dentro de este sistema globalizado, alternativas comerciales que pueden desarrollarse sin que la Nación subaste sus territorios amazónicos.
El gobierno de García hace alarde del crecimiento económico y los "beneficios" de los acuerdos comerciales firmados, cuando no han traído beneficio alguno a las comunidades indígenas y campesinas ni a los pequeños agricultores. Mientras las leyes laborales en el Perú continúan siendo peores que en los países asiáticos, que provoca el éxodo masivo de las personas más capacitadas del país.
Selva peruana en peligro
La Amazonía peruana cuenta con un ámbito geográfico que alcanza una extensión equivalente al 60% del territorio nacional. El Perú es exponente de una vasta y maravillosa biodiversidad y concentra una de las mayores cantidades de germoplasma de especies domésticas de la flora y la fauna del mundo y constituye uno de los más importantes centros de especies silvestres.
El Perú es uno de los 12 países con mayor diversidad biológica en el mundo y alberga el 70 por ciento de la biodiversidad del planeta. Sin embargo, a lo largo de los años sus tierras y ríos son expoliados por la colonización salvaje y empresas extractivas sin escrúpulos.
En los últimos decenios, la selva peruana ha sido dañada por oleadas de frentes extractivos sin control, como el maderero, el aurífero, el petrolero y el gas que han contaminado ríos, deforestado bosques e invadido espacios indígenas, imponiéndose muchas veces por la violencia y exterminio indígena.
El Gobierno de Alan García no ha impedido estas invasiones sino alienta el expolio de la selva, de sus gentes y sus poblaciones indígenas ancestrales para paliar situaciones la crisis económica de las economías mundiales.
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